l sol reinaba de manera imperante, ese era su mes… su puesta de largo…
Merecidamente digno, recorría de este a oeste cada día con igual puntualidad británica, durante aquellas tardes, mi trabajo no era otro que buscar alguna solución para matar ese interminable tiempo que ocupaba gran parte de mi vida durante aquellas soleadas tardes de verano; cualquier cachivache era bueno para encontrar algo ameno con el que pasar el tiempo.
Todas las tardes seguían el mismo ritual: primero comía de manera
acelerada para salir cuanto antes a los jardines de Montabedran; una vez allí, empezaba a mirar a mi alrededor para ver que encontraba que fuese bueno para dejar pasar mis infantiles ratos y dar rienda suelta a mi pequeña fantasía. Cogía ramas caídas procedentes de los majestuosos pinos y con ellas hacía mis pequeñas construcciones que luego adornaba con vestigios rotos de piñas caídas; recogía pequeñas rocas del suelo y las limpiaba cuidadosamente para luego admirarlas y ver sus cantos redondeados e imaginar, con esa mente de niño despejado, como pudo haberse formado tan bella forma en una simple roca. También iba a los alrededores del pequeño estanque y jugaba con ese barro fangoso que se formaba en los aledaños del nacimiento de la pequeña y marmórea fuente. Cogía la tierra húmeda y construía mis pequeños reinos lejanos con un vasto castillo central en el que soñaba como un ejército invasor atacaba mi pequeña fortaleza echando al suelo toda la obra de barro.Una tarde fue diferente, la recuerdo perfectamente como si ayer se
tratase… Era el día de la Ascensión de la Virgen, un soleado y cálido quince de agosto, estaba jugando en medio de la gran alameda que conducía el camino de grava hacia la casa, yo me encontraba justo en medio, había podido conseguir un gran ramaje del ajado castaño que custodiaba la entrada de Montabedran, y con unas escasas rocas, estaba jugando y montando pequeñas obras imaginarias para pasar el rato, de repente; un gran oleaje de polvo se levanto del suelo… Pude ver como el ramaje que estaba justo en la alameda empezaba a temblar a causa del temblor de la tierra, alcé mi vista y vi que se dirigía hacia mí un gran carruaje de color blanco y carmesí, en los aledaños llevaba un gran escudo heráldico, se trataba de un gran roble repleto de lirios custodiado por dos grandes halcones y una bella tiara coronada en la parte superior; por sus rasgos podía pertenecer claramente a un marquesado del sur. El carruaje pasó ante mí como una gran manada de hienas hambrientas, dejó toda la polvareda volando ante mí hasta el extremo de cegarme durante unos instantes, pero seguidamente se detuvo justo a unos pasos ante mí y una joven y hermosa dama bajó delicadamente de la calesa; la dama, con unos gestos de una elegancia que rozaba la extrema distinción se dirigió hacia mí y me enamoró.Esos amores que se tienen que cuando se es niño...
Tan puros como el aire... tan frágiles como el viento…
Tan puros como el aire... tan frágiles como el viento…
Muchas gracias, Tinta Negra, por el premio. Un abrazo muy fuerte!!
Pues sí, quizá esos amores que se tienen de pequeños sean de los más verdaderos :)
ResponderEliminarMe gusta, y desde luego, no esperaba ese final ^^
Qué sorpresa, usted por aquí.
ResponderEliminarUn texto como sacado de la más empalagosa Narnia con toques de Cenicienta ^^
Un beso :)
Chevalier, me alegra volverte a ver por el mundillo blogger...una historia hermosa que he leído con fondo musical de They All Must Be Slaughtered de The Melvins, lo cual le daba un aire aún más misterioso.
ResponderEliminarUn abrazo.
PD: se te echa de menos por mi blog.
Nunca hubiera imagnado el desenlace...esos amores fugaces , salidos de la nada perduran siempre en el rcuerdo. Un abrazo mi estimado Caballero.
ResponderEliminarMuy querido amigo. Bienvenido de nuevo.Te echábamos mucho de menos, pero entiendo que haya prioridades en la vida.
ResponderEliminarTu fantástico relato de hoy me ha llevado en el tiempo, a siglos pasados y a la hermosa campiña inglesa. Sus majestuosos árboles que durante el otoño dejan alfombras color ocre y rojizo, sus verdes valles, y ese carruaje con la marquesa de Sussex, que al verte, mandó parar de inmediato y fue hacia ti para que sintieses casi de repente el paso de la juguetona niñez a la ilusión del primer amor.
FANTÁSTICA NARRATIVA DE LO QUE HAS QUERIDO EXPRESAR.
UN FUERTE ABRAZO.
..y eternos como la vida misma ..Vicente...
ResponderEliminarbello micro relato...encantador desenlace..por que te enamoró de por vida..tan frágiles como el viento..tan sutiles como la organza tan deseosos de ellos....."el amor"....
te dejo un beso..y que tus cosillas mejoren....
enla blogosfera nos enteramos de todo!!!
buen finde
Què bueno que ya estes aqui de nuevo.
ResponderEliminarHermosa historia de esos amores que nacen por primera vez y que son autenticos como lo es un niño, puros como el agua cristalina de una fuente y maravillosos como un amanecer.
Un gusto y un honor leerte !
Un beso
Aurora
Ohhh que final tan bonito, mas cuando iba pensando no habra union, pues mira con final feliz.
ResponderEliminarBello lo que escribes transmites mucho las letras.
Primavera
Loooove this picture!! How are you??and your love?Happy week-end :D
ResponderEliminarPués si esos amores que se tienen de pequeños no se llegan a olvidar.
ResponderEliminarMuy bonito lo que has escrito, ha gustado he disfrutado leyéndote.
Madre mia casi un mes si verte por estos sitios, que te ha ocurrido?
ResponderEliminar:O anonandada me dejas.. pero eso siempre :)
ResponderEliminarun abrazo enorme! :D
el amor no tiene edad se goza en cualquir lugar es esperanzador y llama a la puerta sin avisar besitos gaviota te espero en mis blogs
ResponderEliminarEchaba de menos leerte.
ResponderEliminarMenos mal que existen los fines de semana.
Precioso, como siempre. :)
Un saludo!
Entro, leo, disfruto con la belleza de este lugar y marcho con gratitud.
ResponderEliminarUn abrazo
la imagen es realmente geniaaaal
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYa dicen que el primer amor es el verdadero
ResponderEliminarMe ha gustado tu blog tiene el sabor del misterio
ResponderEliminarSaludos desde mi planeta
es verdad el primer amor el amor que se tiene de infante es tan puro y perdurtablE!°
ResponderEliminarcomo la paz eterna!°
saludos!°
Dice tantas cosas mi silencio , tantas:
ResponderEliminarQue lo resumire en una palabra, "maravilloso"
un abrazo, un fuerte y caluroso abrazo
¡Qué romántico y precioso relato, Caballero, me rindo ante vuesa pluma! Un besito y muy feliz semana.
ResponderEliminaramores sinceros para mi
ResponderEliminarke bonito
saludos =)
Esos amores de niñez que por siempre seguirán en nuestros corazones!
ResponderEliminarBesines
ya has vuelto a viajar por el tiempo, a tu modo. Buena historia, bonito giro al final, de niño a... ;-) 1 Abrazo
ResponderEliminarTiene un sabor intemporal este relato. Parece el arranque de una leyenda antigua, tal como está contado. Ah. Me gustaría perder el tiempo como este protagonista, en "pequeños reinos lejanos".
ResponderEliminarSaludos.
Aunque no hable, sigo espiando tu blog.
ResponderEliminarPasa que tanto fan incondicional me acorbarda...
Au moins ça me permet savoir que tu est encore vivant =)
Con una reverencia cordial me inclino ante usted,caballero, sorprendida sin duda por encontrar tan grato y sorprendente rincón. Sin duda empiezo a considerar el que el destino va uniendo en este Universo Bloggero a aquellos que comparten gustos y aficciones comunes.
ResponderEliminarUn cordial saludo de su ya nueva seguidora
Como amante aférrima de la fantasía y la literatura, he de decir que tu narrativa es estupenda y la temática de tus textos una maravilla. Has logrado evocar en mis adentros aquellos recuerdos de amores efímeros que se perdieron con el paso de los años... ahora se me antoja casi divertido. ^^
ResponderEliminarFelicidades por vuestro texto, caballero errante. Espero que encontréis vuestro lugar en algún rincón del universo...
mi querido amigo pasate por mi blog hay un regalo para vos!°
ResponderEliminarsaludos!°
hola !!
ResponderEliminarme encontre tu blogg y me encantoo sigue asi muy original
visita mi blogg
espero que te guste como ami me gusto el tuyo el mio es una historiiaa no te vas arrepentir
http://seunikooangie.blogspot.com/
hola!! He estado fuera de la blogosfera por vacaciones, pero ya estoy de vuelta para leerte! Bonito final.. cuando nos enamoramos, siempre volvemos a ser niños!! @++
ResponderEliminarLlegando de un mes de reposo espiritual, pues me quedé un poco seca... tuve días malos, pero a leer personitas como tú, la luz regresa.
ResponderEliminarUn beso, te extrañé cantidad.
Cuánto romanticismo, caballero. Aunque fue una época de guerras, hambre y enfermedades, no deja de tener un encanto especial.
ResponderEliminarBesosssss.
Me ha gustado este texto, Le chavalier.
ResponderEliminarUn saludo, bye!
En ocasiones uno no distingue lo que esta frente a sus ojos. La mas pura e inocente realidad de un amor que no pide nada a cambio, solo que todo siga como siempre ha estado.
ResponderEliminarExcelente, tu sabes, como siempre...
Hacía unos días que no venía...Veo que todo sigue igual de bien..o mejor.
ResponderEliminarEl final me desconcertó... en un sentido totalmente positivo.
ResponderEliminarLeerte es como regresar a cuando lees un cuento por primera vez. Las palabras te transportan y te mecen.
Hay amores que no se olvidan... pero nadie puede relatarlos así
Un beso ^^
Hay una canción de LODVG que dice:
ResponderEliminar"Y es que empiezo a pensar que el amor verdadero es tan sólo el primero.
Y es que empiezo a sospechar que los demás son sólo para olvidar..."
Tu texto? Genial! Nos tienes muy malcriados.
Vos sois la pintura indeleble tatuada en mis entrañas al amparo del amor que os profeso.
ResponderEliminarAhora y siempre.
Isolda de Lammermoor.