A la orilla de mis sueños,
puedo sentir tus dulces caricias,
que no son más que anhelos,
dignos de mi propia dicha.
Fiel testigo de sentirnos vivos,
noble vestigio de pasada vida,
ilusión que como vientos alisios,
pasan ante ti como sutiles caricias.
Tan lejos la vasta realidad,
tan cerca el falso desengaño,
sentimientos lejanos a la afinidad,
sensibilidad rozando lo más vano,
Cada época pasada colmada de oquedad,
pasado tiempo fútil, senil y añoso,
digno heredero de la mayor veleidad,
hijo único de ensueño doloso.
puedo sentir tus dulces caricias,
que no son más que anhelos,
dignos de mi propia dicha.
Fiel testigo de sentirnos vivos,
noble vestigio de pasada vida,
ilusión que como vientos alisios,
pasan ante ti como sutiles caricias.
Tan lejos la vasta realidad,
tan cerca el falso desengaño,
sentimientos lejanos a la afinidad,
sensibilidad rozando lo más vano,
Cada época pasada colmada de oquedad,
pasado tiempo fútil, senil y añoso,
digno heredero de la mayor veleidad,
hijo único de ensueño doloso.
Me entran escalofríos y todo... =)
ResponderEliminarOh la lá! Aquí un francés! :D
ResponderEliminarGracias por pasarte por mi blog, seguiré el tuyo más a menudo :)
Un beso!
Muchas gracias Irene y Grisselle ( me encanta tu blog, me pasaré más por allí)
ResponderEliminarPor cierto, Irene, que te entren escalofríos o puede ser bueno... o puede ser malo... je, je, je
jajaja, tómatelo entonces como quieras... no daré más pistas... ;)
ResponderEliminarEntoces pensaré que son escalofríos de...! Es horrible ! je, je, je
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bonito : )
ResponderEliminarAquí os dejo un enlace sobre libros por si os sirve
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