No me quedó otro remedio que vivir como un
ermitaño. En el gran mundo me persiguieron y me
juzgaron mal, me hirieron y me calumniaron tanto...
Y sin embargo, Dios, que ve en mi alma, sabe que
jamás le hice daño a nadie. Por esa razón me decidí a
buscar una compañía que no perturbara mi tranquilidad
y que, a la vez, me resultara grata. Me replegué
hacia mi interior y me aferré a la Naturaleza en el silencio monacal de mis retiros a Marxukera. El bosque nunca traiciona... Es cierto que es difícil vivir al margen, pero acabas por acostumbrarte y a mí ahora
me gusta. La Naturaleza es mucho más agradecida
que las cosas banales”.
lunes, 6 de diciembre de 2010
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Hola mi querido caballero, a cada paso que da me llena de desconsuelo sus letras, ¿en verdad cree necesario tal recogimiento? ¿cree de verdad necesario tal magnitud de castigo?
ResponderEliminarPorqué es eso lo que me parece que hace con su persona, se castiga a si mismo. No puede ser tan duro lo que le haya acontecido para actuar de forma tan extrema.
El mundo es de los valientes y usted mi caballero se debe ante todo a si mismo y luego a los demás. Apóyese usted en quien le quiere bien y déjese ayudar sin reserva. Cójase a las manos que se le tienden, verá como no cae en el abismo en el cual cree caer.
Espero mejore su ánimo mi caballero, en verdad que lo deseo de corazón.
Que tenga una buena semana, recibid un afectuoso abrazo y besos infinitos :)
Vivir con uno mismo, vivir con la Naturaleza...Bonita elección.
ResponderEliminarMe has recordado a El Perfume.
ResponderEliminarTodo lo que haga bien, es recibido con los brazos abiertos.
Un besooo :)
La naturaleza es a reina incomparable, te da tanto que si sabes valorarlo, eres inmensamente feliz y agradecido a ella .
ResponderEliminarMuchos besos
Aurora
..pues hace tiempo que no te leia,y en efecto no eres el mismo..solo tu sabes que te ha cambiado,si a ti te hace bien la marginalidad..bien por ti,pero que no sea un acto de castigo..por que nada merece tu infelicidad..que sea mas bien eleccion por puro regocijo,y es cierto que lo banal..es simplemente dañino..
ResponderEliminarun beso..y a levantar el espíritu!
sencillamente la naturaleza es la mejor compañia que se puede tener, el viento acaricia mas no habla..la tierra acoge y guarda silencio...sus acciones valen mas que cualquiera de sus palabras, estaremos en contacto, me gusto es blog
ResponderEliminarHas cambiado la dirección de tu blog, eso me pasó a mi también.. eso dice mucho de ti, que eres un escritor, y escribes solo lo que sientes, lo que te sale, y lo que vives ahora, que todo cambió.
ResponderEliminarEspero que tengas suerte y encuentres otra vez la dirección hacía la luz... yo sigo buscándola..
cuando se vive asi..creo que terminas aconstumbrandote..pero busca tu lugar,,para que puedas ver a los demas..
ResponderEliminarSaludos!°
Despues de la soledad y las renuncias, frecuentemente,cuando uno ya se acostumbró al sonido del silencio y comenzó a captar su significado, viene una Buena Noticia.
ResponderEliminara veces, vivir al margen no esta tan mal...y un tiempo al margen puede ser hasta recomendable!;)
ResponderEliminarA veces se hace necesario replegarse hacia nuestro propio interior para poder volvernos a asentar en la vida.
ResponderEliminarBesines
historias d caballeros, que interesante!
ResponderEliminarte sigo y espera a verme por aquí :)
me gustaria q siguieras el mio
http://brunettebarbiez.blogspot.com/
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPerdón, no sé que hice que borré mi comentario anterior. Decía que vagando por el ciberespacio llegué hasta aquí, y me he quedado leyendo tus escritos. Saludos, caballero.
ResponderEliminarSin duda vivir en la mejor compañía, la soledad
ResponderEliminarNobre cavalheiro!
ResponderEliminarMuito belo teu blog, tuas letras traduzem com magia a vida e a vibração dos sentimentos!
abraços Taís
Debemos buscar siempre lo que nos apacigüe el alma.
ResponderEliminarAhora y siempre.
Isolda de Lammermoor
POR FIN APACIGÜÉ EL ALMA. DEJÉ DE LUCHAR POR LO QUE NO EXISTE. ESO SÍ QUE DÁ PAZ. NO VOLVERÉ A TENER MIEDO.
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